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Uno de los Chilam Balam, documentos que recopilan el conocimiento Maya de regiones específicas, menciona que los Itzaes, pobladores de Chichén Itzá, eran "los últimos dominadores", y hace foco en quién era el dueño de esas tierras; planteando la duda de si "llegaron" o "fueron creados".
El área conocida por los arqueólogos como "Chichén Viejo" muestra cómo fue la vida antés del esplendor militar en Chichén Itzá.
Es notable cómo las ciudades Mayas solían tener un núcleo donde había palacios y vivían los reyes. Particularmetne, Chichén Itzá tiene caminos que conectan sus edificios entre sí. En "Chichén Viejo" hay edificios que demuestran el arreglo arquitectónico de construcciones con patio-galeria en un segundo nivel. Para lograr estas construcciones, era necesario tener conocimientos de arquitectura, sistemas constructivos y de las cargas que soportaban los muros y columnas. Ya dominado ese trabajo de ingeniería, surgen nuevos arreglos y espacios con nuevas funciones.
Las decoraciones que parecen rejillas marcan el área donde habitaba la élite. En algunas construcciones, se puede apreciar también la representación de guerreros.
Algo curioso es cómo ciertas familias producían determinados grupos de piedra. Por ejemplo, se puede apreciar representaciones de garrapatas ("pech" en Maya) y de arañas ("am" en Maya") cerca de las áreas habitacionales.
Algunos palacios de "Chichén Viejo" tienen bases de camas que, en su momento, estaban cubiertas de algodón o petates. En algunos patios, había actividades básicas de cocina; y existen habitaciones alrededor.
La arquitectura Maya es exhuberante, menos en la construcción Akab Dzib, que muestra austeridad de formas, destacando por su simpleza. Akab Dzib significa, literalmente, "piedra labrada de noche", y sus glifos sólo pueden ser intepretados gracias a las sombras de la noche que hacen posible su lectura. Cabe mencionar que en el arte Maya, lo que no se ve sino en oscuridad y sombras también tiene significado.
Se considera que la exploración de Chichén Itzá aún está al 50% o 60%.
Un personaje de la arqueología reconcido por su labor es Sylvanus Morley, quien fue parte de la Organizacion Naval de Inteligencia (predecesor de la CIA), y fue además confiado por los pueblos Mayas. Algunos sugieren que podría ser la inspiración del personaje de Indiana Jones.
El área donde se ubica El Templo de los Guerreros, El Gran Juego de Pelota y El Castillo, se le denomina La Gran Nivelación. Se trata de 5 o 6 hectáreas que fueron trabajadas de manera intencional mediante la recolección de escombros en capas, que reposan sobre la piedra madre, para lograr un basamento sobre el cual construir sus templos.
Lo que se consideraba el centro de Chichén Itzá cambió de sede a través del tiempo. A partir de cierto período, se selecciona la gran nivelación como nueva sede, coincidiendo en fechas con la construcción de Las Monjas. Las plataformas y estructuras alrededor de la gran nivelación eran grupos periféricos del gran centro primario.
La subestructura posee escalinatas que llevan a la parte superior del templo, donde se puede apreciar la representación de un Chac-Mool y un trono de jaguar adornado con jadeita. Un dato curioso acerca de este trono con forma de jaguar es que Edward Thompson, arqueólogo británico, intentó llevárselo, pero fue detenido en Puerto Progreso con la pieza ya apunto de ser empacada y enviada al exterior. Era en este trono donde se sentaba el soberano, permitiéndole ver hacia el norte y la explanada frente al templo; donde, presuntamente, se humillaba a los cautivos de las guerras a modo de sacrificio.
La zona Maya estuvo sujeta a cíclicas sequías que implicaban crisis alimentarias y de creencias; dado que a la percepción de los Mayas, sus deidades "estaban fallando".
Es posible apreciar cómo los Itzaes tenían cultura múltiple, dado que comunicaban mensajes del centro de México con el área Maya a través de su iconografía.
En ciertas construcciones, se puede apreciar falos labrados, que estaba relacionado con la fertilidad. Cuando había crisis, se requerían nuevos símbolos; nuevos dioses, para cocechar al fin los frutos.
Un cambio significativo, a partir del año 900, es la presencia de Kukulcan. Está representado en El Gran Juego de Pelota y Las Monjas. Además, se refuerza la representación de la deidad de la lluvia. Tlaloc y Chaac se ven en varias construcciones.
Los Mayas habían viajado mucho y traían elementos culturales de otros lugares, por ejemplo, el estilo con efoque en lo religioso. Se ve cómo logran establecer un nuevo estilo arquitectónico incorporando formas externas.
Los Itzaes son un misterio. Hay dos teorías. La gran bajada, que consiste en un grupo de navegantes que pasaron de Cozumel a Polé (actulamente Xcaret), para de ahí penetrar hasta llegar a Chichén; y la pequeña bajada, que explica cómo los líderes Toltecas, sólo ciertos puestos claves, se establecieron en Chichén. Ya establecidos, en la iconografía de Chichén Itzá se empiezan a ver jefes militares, que antes no se veían.
El Templo de los Guerreros tiene influencia Tolteca bastante clara. Sin embargo, la influencia no es exlusivamente Tolteca; hay otros elementos que vienen con la cultura del centro de México como el Chac-Mool y el uso de columnas como en Tula. Los mayas ya usaban columnas, pero no en esta forma.
En la pintura hay influencia Mixteca. La pintura de Mayapán es muy del estilo Mixteca.
La influencia es principalmente Tolteca, pero hay otros símbolos que viajan con ellos.
Cuando había sequías y momentos precarios, era más fácil que se aceptaran símbolos de otras partes, precisamente porque "los Dioses estaban fallando". Cuando hay duda, hay temor. Los humanos nos abrazamos a lo que podemos, y si el contacto con los Mayas Chontales había revitalizado la economía, ¿por qué no aceptar también el pensamiento?
En este templo, cada columna tiene 4 glifos. Representa a los altos mandos militares avanzando en dirección al Occidente, como la proseción que llevaban a cabo para presentar a los cautivos ante el templo para humillarlos y sacrificarlos. Esta era la versión Maya de la aniquilación del pueblo contrario. Sin embargo, en algunos casos sólo se les humillaba y se les dejaba vivir.
Algunos de los glifos de este templo están hablando. Las orejeras, la barra en la nariz, y el tocado son elementos originarios del centro de México.
Cada columna representa militares reales regresando de guerra y trayendo cautivos para presentarlos frente al templo. Al posarse entre las columnas, es posible percibir la sensación de movimiento. Entre todos los glifos, hay 4 mujeres. Se cree que fueron voces de comando. Un ejemplo de esto, es cómo la mamá de Janaab' Pakal, en Palenque, asumió el poder dado que su hijo fue nombrado como soberano a una muy temprana edad: los 8 años.
En la parte alta del Templo de los Guerreros, hay un área cubierta por la última etapa constructiva. Tiene glifos mucho mejor conservados, aún con la pintura original Maya. El color, iconográficamente, también es un lenguaje: se relaciona con deidades y rumbos. El rojo, por ejemplo, representa el este. Los jefes militares aguardaban que los cautivos fueran humillados en dicha área.
En el cenote sagrado, hombres y mujeres seleccionados para el sacrificio eran tirados aún con vida al cenote. Los mayas creían que no morían apesar de que no los veían más.
Los Mayas suelen ser vistos con temor casi sagrado o curiosidad trascendente. No se suele imaginar a un Maya trivial, superficial o irónico. Más allá de sus símbolos, su comportamiento como criaturas.
Eric Thomposon dijo una vez: "estas piedras y símbolos nunca serán apreciadas por una cultura de masas".
El lenguaje Maya se cree meramente iconográfico, pero es también fonético. Las escrituras Mayas sólo podrán ser verdaderamente descifradas cuando los Maya-hablantes aprendan toda la técnica para descifrar los geroglifos; en ese momento la interpetación cambiará. Las piedras podrían tener hasta doble o triple sentido, teniendo en cuenta que hay formas propias de cada lenguaje que sólo quienes le tengan como lengua madre podrán entender.